La Biblia nos enseña claramente sobre el poder de las palabras. En Proverbios eighteen:21, leemos: «La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos». Este verso nos muestra que nuestras palabras tienen el poder de dar vida o causar destrucción.
Cuando hablamos con nosotros mismos elegimos unas palabras determinadas y no otras, y nos decimos una serie de cosas concretas. En este caso, no solemos reconocer la importancia de las palabras y el efecto que su uso puede generar en nosotros.
Por lo tanto, es importante que cuidemos y nutramos nuestro corazón, llenándolo de la Palabra de Dios y permitiendo que su Espíritu nos transforme. Solo entonces podremos utilizar nuestras palabras como un instrumento del amor y la gracia de Dios.
La Biblia también nos enseña sobre la importancia de la sabiduría en nuestras palabras. Proverbios 15:two nos dice: «La lengua sabia adorna la sabiduría, pero la boca de los necios derrama necedades». Nuestras palabras deben estar respaldadas por la sabiduría y el discernimiento.
asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.
Nuestras palabras pueden tener consecuencias tanto positivas como negativas en nuestras vidas y en la vida de los demás.
Como cristianos, debemos utilizar nuestras palabras como un instrumento del amor y la gracia de Dios. Tenemos la responsabilidad de comunicar el amor de Dios a los demás, de ser portadores de buenas noticias en un mundo lleno de dolor y sufrimiento. Debemos usar nuestras palabras para alentar, consolar y brindar apoyo a aquellos que nos rodean.
La Biblia nos exhorta a usar nuestras palabras de manera responsable y sabia. En Efesios 4:29, se nos dice: «Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes».
La forma correcta es afirmar que es positivo, con los dos ejemplos anteriores se puede revertir a estoy en mi peso ideal, esta afirmación genera en tu mente una imagen de la persona en la que te quieres convertir. Lee sobre «el poder de las afirmaciones».
Otra forma de usar nuestras palabras de manera constructiva es practicar la empatía. En Efesios 4:29, se nos insta a «no decir ninguna palabra mala, sino sólo la que sea necesaria para edificar, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan».
Nuestro testimonio será evidente en la forma en que hablamos y tratamos a los demás. Nuestras palabras pueden ser una herramienta poderosa para compartir el amor de Dios y para animar a otros a buscar una relación con él.
Si quieres conocer lo que se necesita para crecer internamente, tienes que saber en qué nivel de more info consciencia te encuentras actualmente y como subir a un nivel extraordinario, que es exactamente lo que veremos a continuación.
Esto nos recuerda que nuestras palabras tienen consecuencias y debemos ser responsables de lo que decimos.
Una de las frases favoritas de Jim Kwik es: si el conocimiento es poder, aprender es tu superpoder. Aprender a aprender a alta velocidad es algo que todos podemos hacer y es lo que conseguirás cuando despiertes tu supercerebro.